EL
SOMBRERERO DE HUNGRÍA
Habia una vez un sombrerero español, que era pobre y no era feliz.
Conoció
a una chica rubia y al cabo de unos meses se fueron a vivir a
Hungría. Allí, tuvieron un hijo llamado Luís, que era, muy, muy
rubio.
La
gente de Hungría le quería mucho porque hacía sombreros muy
chulos.
El
sombrerero ganó mucho dinero vendiendo todos sus sombreros. A los
pocos días, el rey le nombró “El sombrerero de Hungría”.
Regresó
a España porque le dieron un trabajo en Mercadona pero sus amigos
le dijeron que hiciese sombreros porque habían leído en el
periódico que él era: ¡El sombrerero de Hungría!. Él pensó que
no era mala idea, y se puso a trabajar en su oficio.
Al
cabo de un tiempo, el rey de España le compró un sombrero. Le gustó
tanto que lo anunció y todo el mundo le quería en su país para
que les hiciese los sombreros más bonitos.
Pasado
un tiempo tuvo una hija llamada Úrsula y le hizo muy feliz.
Recorrió
todo el mundo ganando dinero y se hizo multimillonario.
Fue
el más feliz del mundo y siguió viviendo en su país...y fueron
felices y comieron perdices y a nosotros nos dieron con la puerta en
las narices.
Carlos
García Sánchez
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